La librería de los horrores
- Jeff Ruiz Rave
- 29 sept 2018
- 3 Min. de lectura
Cuento infantil publicado en 2018 por Ediciones La Cueva en su colección "Cuentos de la Cueva por Colombia".
Somos una editorial independiente compuesta por tres personas —tres personajes, en realidad— especializada en libros baratos de terror. Buscamos proporcionarles a todos narraciones cuyo costo sea tan bajo que con un solo billete se puedan adquirir lecturas para un año entero. Cada seis meses presentamos un nuevo número de nuestra increíble revista de El fantasma del conde, que lanzábamos durante las vísperas del día de brujas. Por esas fechas nos disfrazamos con mucho empeño. También nos esforzamos por hacer más siniestra la experiencia que brindamos en nuestra librería de los horrores, pues no solo vendemos libros, también ofrecemos terror.
Como dije, somos tres. Lucía Franco es la mayor de nosotros. Es una joven bella, simpática, alta, rubia, delgada como una bailarina de ballet. En nuestra casa representa una versión grotesca y demente de La llorona. Se toma su papel muy en serio y transforma perfectamente sus sonrisas inocentes en muecas repulsivas. Cada vez que llora tenemos que cubrirnos las orejas, pues tiene una voz aguda y fuerte. Con Camilo Núñez, mi otro compañero, sucede algo distinto: es tan desagradable como el personaje que representa. La apariencia de Camilo es de por sí monstruosa. Tiene el cabello un poco largo y no se preocupa por peinarlo. Sus ojos son saltones. Le han diagnosticado problemas de columna vertebral y ha desarrollado una postura terrible. Huele mal constantemente. No cuida mucho sus dientes y se le han vuelto amarillos. Es pálido, una hoja de papel. También tiene una serie de hábitos un tanto desagradables: todo el tiempo se humedece el labio inferior con la lengua y suele chasquear los dientes al hablar. Camilo encarna a la perfección a Drácula.
En lo que a mí respecta, hasta hace poco estuve obsesionado con la idea de atraer a más lectores, y pensando en esto aprendí a disfrazarme de múltiples personajes. He sido El hombre lobo, he sido El jinete sin cabeza, incluso me he metido en la piel del monstruo del doctor Frankenstein. También me gusta encarnar al Sombrerón y a Ofwein, un personaje que inventé yo mismo en una historia que jamás terminé de escribir. Ofwein es un leñador que en las noches se transforma en un árbol traga personas. Pero sobre todo me alegra disfrazarme del terrorífico Pennywise, el payaso malvado, y hacer todo tipo de diabluras.

Lucía, Camilo y yo, rodeados de libros con portadas horrorosas y toda clase de objetos extraños, damos bastante miedo y de paso hacemos el dinero necesario para mantener la imprenta en funcionamiento. Disfrutamos del negocio y aprendemos cada día un poco más sobre la técnica del disfraz y el arte de asustar a los valientes igual que a los cobardes. Esas son las únicas distracciones que encontramos durante las largas horas de trabajo.
Nuestra vida, año tras año, se lleva a cabo como en un eterno día de brujas: mantenemos tétricas decoraciones y rara vez nos despojamos de los disfraces. Hemos empezado a darnos cuenta que las personas vienen a nosotros más interesadas en el terror que podemos inspirarles que en la literatura que les ofrecemos. Nadie nos buscaba ya por nuestros libros e historias, todos buscan las emociones intensas de nuestros cuartos tenebrosos y nuestras calaveras. Con las semanas ha sucedido algo muy particular, algo que podría tomarse como un encantamiento, un embrujo: empezamos a pensar que, poco a poco, nos convertimos en nuestros disfraces. Lucía llora sin descanso, recorriendo cada cuarto de nuestra librería como un fantasma en pena. Camilo huye del sol cuando alguien entra, y no reaparece sino cuando ha anochecido. Yo soy el único que sigue estando cuerdo. El único que aún no pierde la cabeza detrás de su máscara. Solo yo continúo manteniendo el buen humor, y es este un humor tan honesto y profundo, que siento que me pongo de colores cada vez que se me acerca un visitante, y no puedo evitar sonreír, sonreír, sonreír y empezar a jugar.
o Ruiz Rave, Jeff. “La librería de los horrores”, en Cuentos de la cueva por Colombia. Barranquilla: Ediciones La Cueva, 2016, págs. 45-53. ISBN 2665-1866
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